sábado, 6 de octubre de 2012

El sol brilla en el Teresa Carreño


El pasado sábado 25 de agosto, se estrenó en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño el esperado musical Anita la huerfanita, bajo la producción de Heli Berti y Carlos Sedan, la dirección general del maestro Orlando Arocha, junto a las coreografías de Armando Díaz, el acompañamiento musical de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho de la mano de Vladimir Pérez Peraza, la escenografía de Ricardo Morales y María Luisa de Escotet como vestuarista.
Finalmente los caraqueños pudieron apreciar el esfuerzo de 50 actores, 40 músicos, 20 bailarines y 48 niñas, que durante seis meses de ensayo estuvieron preparando el espectáculo que hoy se exhibe en el coso de Bellas Artes y que extenderá su temporada hasta el domingo 2 de septiembre.
La historia:
La pequeña Anita, representada en esta ocasión por las niñas: Dangelys Canabal, Daniella Ravelo, Mairilys Pensa, es una huérfana que vive en un orfanato regentado por la Señorita Hannigan (Alicia Plaza), una mujer malvada que odia a la niña. Por azar, Anita entra en la vida del millonario Oliver Warbucks (Miguel Ferrari); éste, en un primer momento, se muestra contrariado por la intrusión, aunque empieza a tomarle afecto a la pequeña y decide adoptarla.
Sin embargo, Anita sigue decidida a conocer a sus verdaderos padres, ignorando que fallecieron en un incendio años atrás y pide ayuda a su protector quien mueve  sus contactos para poder conseguir a los padres de la niña, ofreciendo además una jugosa recompensa. Una pareja de bribones, Gallito (Carlos Arráiz) y Lily (Elaiza Gil), se hacen pasar por los padres, ayudados por la Señorita Hannigan, hermana de Gallito, en la confianza de acceder al dinero. Sin embargo, el día de Nochebuena se descubre el engaño y Gallito, Lily y la Señorita Hannigan son finalmente detenidos.
Toda esta historia parte de los comics que en los años 20 hicieron popular al personaje y sus aventuras en búsqueda de sus padres y que generaron versiones teatrales, musicales y hasta en el cine.
Orlando Arocha y Heli Berti, son hombres de larga experiencia en las tablas venezolanas, respetados profesionales del arte escénico que al embarcarse en un proyecto de esta envergadura, saben lo que están haciendo y cómo es la manera de hacerlo, lo demostraron la noche del sábado cuando ofrecieron un musical cuidado en detalles, apegado a la época que exige la historia, con adecuadas actuaciones y con una producción impecable que demuestra una vez más que los profesionales del teatro en nuestro país se encuentran a la altura de cualquier grupo foráneo.
Sentimos que un pilar fundamental de este espectáculo, como es normal, reside en las coreografías, tratándose de un musical, el elemento fuerte además del canto y la actuación, es el baile y aquí debemos aplaudir la labor de Armando Díaz, bailarín profesional, líder de la Compañía de danza contemporánea Siete Ocho y quien en pocos años se ha convertido en uno de los nombres más importantes de la danza contemporánea en nuestro país. La puesta en escena de Anita la huerfanita, junto al dibujo coreográfico, realizan una feliz comunión produciendo en su justa medida la magia que se requiere para este tipo de montajes. Acompañados por la correcta ejecución de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, lograron amalgamar junto al talento artístico sobre la escena un conjunto fascinante que engancha inmediatamente al espectador.
La tradición del musical no es una exclusividad de nuestro país, ha sido en los últimos años que hemos visto cómo este género escénico ha tomado más adeptos y son ahora más los productores que se arriesgan a una inversión millonaria para llevar a escena obras de este calibre, lo vimos el año pasado de la mano de Magno Producciones cuando presentaron Cabaret, en la misma sala, o con los que abrieron la brecha, el colectivo Palo de Agua Producciones que concretaron el montaje de Los productores o El violinista sobre el tejado y hasta Jesucristo súper estrella. El más reciente fue La novicia rebelde, que nos deleitó bajo la dirección de Vicente Albarracín. Definitivamente los venezolanos están agudizando el gusto por este tipo de espectáculos, nada fáciles de llevar a escena, en tanto suponen una cantidad mayor de personal artístico y una coordinación milimétrica entre todos los factores que entran en juego para la ejecución óptima del musical.
En Anita la huerfanita, se aprecia claramente la mano de un experto director escénico que no deja detalles por fuera, hay cuidado en las actuaciones y sobre todo sorprende la ejecución de las niñas que asumen el papel protagónico y sus compañeras de orfanato, quienes se muestran seguras y con una calidad vocal envidiables ya a su edad, estamos seguros que oiremos hablar de estas infantes en su desarrollo artístico.
Del elenco de veteranos resalta el trabajo de Carlos Arráiz en el papel antagónico, demuestra su crecimiento como actor en este tipo de trabajos. Elaiza Gil, quien lo acompaña como pareja luce menos aplomada que Arráiz, pero estamos seguros que con el correr de la temporada dará soltura a su divertido personaje, entendemos también que asumía parte del rol de producción lo que seguro restó a la interpretación. Aplaudimos la reaparición de Alicia Plaza que se explaya y logra un desenfadado carácter sobre la escena. Por su parte hay que destacar el impecable trabajo de Andrea Sousa como Grace Farrel, la asistente del millonario Oliver Warbucks, extraordinaria ejecución y presencia escénica, demostrando su talento y preparación en las lides del teatro musical. Junto a ella el veterano actor Miguel Ferrari da muestras de su manejo escénico e innegable calificativo de primer actor. 
Estamos seguros que el equipo de producción de Anita la huerfanita, debe estar satisfecho con el logro alcanzado, en un dinámico, conmovedor, inteligente y hermoso espectáculo musical que demuestra cómo en el país se pueden lograr las cosas cuando se trabaja de forma profesional y en pro de hacerlo bien.

@rosasla
Caracas, 27/08/2012 

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