lunes, 16 de junio de 2008

¡Qué Lindo el Teatro!



Desde el pasado 29 de mayo, se estuvo presentando en la Sala Experimental del Museo de Bellas Artes, el más reciente montaje de la Compañía Nacional de Teatro denominado El eco de los ciruelos, una propuesta escénico – musical, bajo la batuta de Miguel Issa. Su puesta en escena nos hace reflexionar acerca del teatro venezolano actual.

El teatro venezolano del Siglo XXI, especialmente el caraqueño, hasta la fecha se ha caracterizado por permitirnos ir clasificándolo en varios tipos, según la proliferación de puestas en escena que se asemejan en sus formas y contenidos. En una aventura analítica podemos distinguir los siguientes:

Teatro COLICO: Responde a sus siglas, Comedia Ligera Comercial y se concentra en los monólogos y piezas cómicas con exclusividad de elencos de estrellas televisivas que inundan las salas de teatro de la capital con extensas temporadas de mínimo seis meses y donde lo importante es reventar la taquilla por los carteles que representan los actores sobre el escenario; sin preocuparse por propuestas estéticas, de actuación o dirección, los productores de este tipo de eventos apuntan a las risas a mandíbula batiente y el disfrute del público al tener frente a frente al galán o la heroína favorita de la telenovela de las 9, produciendo chorizos comerciales a diestra y siniestra.

Teatro Hermético: descrito como aquel teatro de arte que sólo es entendido por el director, los actores y sus más íntimos allegados, propuestas que resultan de largos procesos de montaje en el que durante un año o más, los actores trabajan a partir de la improvisación, llegando a producir piezas ininteligibles, y muy profundas.

Teatro Espectacular: Aquel que se concentra en enormes textos clásicos de autores como Shakespeare, Calderón, Lope, o más contemporáneos como: Chejov, Lorca, Müler, sin ningún tipo de edición y enmarcados en inmensos esfuerzos escenográficos y cantidad de efectos especiales, donde importa más el espectáculo que la dramaturgia o anécdota.

Teatro Profesional: Aquel que con profesionalismo y mística de trabajo reúne a un grupo de actores, frente a un director y equipo estético en pro de un objetivo común: brindar verdadero arte teatral, sin muchas pretensiones de producción y obteniendo muy buenos resultados artísticos y de crítica.

Impresionante resulta la variedad en estilos y las innumerables clasificaciones que podemos hacer de nuestro variopinto teatro venezolano, ahora hemos corroborado y le damos la bienvenida a una nueva clasificación: “Teatro Lindo”, gracias a la experiencia como espectadores del más reciente montaje de la Compañía Nacional de Teatro, hemos inaugurado la etapa del “Teatro Lindo”, en Caracas, un nuevo estilo de puesta en escena que caracterizaremos a continuación para su fácil reconocimiento:

Si usted quiere identificar el “Teatro Lindo” la pieza que tendrá ante sus ojos deberá cumplir los siguientes requisitos:

· Representación que se puede realizar en espacios cerrados o no convencionales (Salas de museo, plazas, foros, salas experimentales, terrazas de edificios, entre otros).

· Elencos muy numerosos, alrededor de 25 actores o más.

· Los actores no sólo serán eso, actores, sino, bailarines, cirqueros, cantantes, músicos, entre otros atributos, es decir artistas integrales.

· No pretenda conseguir en este tipo de montajes estrellas de televisión, por lo general los papeles principales (si los hay) lo conforman profesionales reconocidos y el resto, es decir, el reparto, será extraído de todas las escuelas de teatro e institutos y talleres de formación actoral y dancística que pululan por la ciudad.

· Uno de los puntos más importantes y que lo pone frente a un “Teatro Lindo”, es lo que concierne a la resolución estética del montaje, en este sentido usted deberá estar atento a lo siguiente: Si visualiza una aparatosa escenografía movible, grandes tarimas, muchos telones pintados y abundancia de humo, usted estará frente a un “Teatro Lindo”. Por otro lado el vestuario resultará de una combinación ecléctica de elementos que conjugados apuntan hacia una espectacular propuesta. No debe olvidar nunca el uso de máscaras y pelucas que homogenizan a todo el elenco en virtud de que usted no reconozca a nadie. El maquillaje (si existe) hará el mismo efecto que busca la máscara, pero en total armonía con el vestuario.

· Si los actores se transforman además de cantantes, danzarines y cirqueros en “caleteros”, es decir, tramoyas que trasladan todo tipo de elementos y muebles, amén de tarimas escaleras y rampas que permitan el ritmo y la continuidad de la puesta en escena, usted estará en presencia de un “Teatro Lindo”. Porque movilizar todo ese aparataje reporta una coreografía muy hermosa ante los ojos del espectador.

· La música por su parte debe marcar todas las transiciones que tendrá el espectáculo, la misma será igual que el vestuario una mezcla de estilos y géneros en cualquier idioma posible. Lo que funcione para la atmósfera propicia cabe.

· La fusión de elementos propios del audiovisual no pueden faltar: pantallas, cámaras, video beam, que amplíen la visual del espectáculo son indispensables, así se produce una intensa mezcla de disciplinas tecnológicas.

· La iluminación deberá contener por lo menos dos seguidores que, preferiblemente, no atinen nunca a enfocar al actor o actriz que tenga el centro en la escena y estará acompañada de penumbras y atmósferas para resaltar el efecto dramático que requiere el espectáculo.

· A esta altura usted se preguntará ¿y el texto? No le dé mucha importancia. El tema trascendente de este tipo de teatro siempre girará en torno al homenaje, recopilación, revisión, adoración, cumplido, distinción de cualquier dramaturgo universal que entre en la centuria de su nacimiento o deceso. Este tipo de representaciones son idóneas, puesto que permiten el collage de cuanta pieza teatral, novela, cuento, canción, poema, discurso, consejo, imagen, libro o postal haya escrito, pintado, boceteado o realizado el mencionado durante su existencia. Cosa que lo maravillará puesto que tendrá un estupendo compendio de la obra del autor, más flashes intermitentes de su entorno político o social que le tocó vivir. Así, si desconocía al personaje podrá ahorrarse la documentación acerca del mismo. No debe preocuparse si nada de lo escuchado tiene sentido o carece de hilo conductor, recuerde que se trata de sintetizar lo mejor posible toda una vida y milagros del personaje en cuestión.

· Es evidente que para llevar a cabo la producción de espectáculos de “Teatro Lindo” se necesitarán excesivos recursos económicos, jamás pretenda usted que cualquier grupo teatral venezolano por sí mismo tenga ni remotamente la capacidad para realizar este tipo de teatro por su cuenta, es sencillamente imposible.

· Finalmente haga un paneo por toda la sala en cuestión y si la distribución espacial de la platea (sitio donde se sienta el público) se distribuye por todos los flancos visuales posibles en cualquier tipo de recurso donde usted pueda colocar sus posaderas, no importa la forma o posición que usted asuma, esté seguro de estar frente a un “Teatro Lindo”.

· Pero el indicativo más inequívoco de nuestro nuevo tipo de teatro es la duración del espectáculo, éste no debe durar menos de dos horas, en las que usted deberá tratar de asimilar todos los puntos anteriores.

Como verá es muy sencillo identificar los elementos de representación que le permita estar frente a un maravilloso espectáculo de “Teatro Lindo”, el adjetivo como puede usted suponer, se desprende de la imposibilidad de entender por separado cada uno de los elementos que conforman el espectáculo total, no intente hacer esto, debe observar y disfrutar del conjunto, y sus ojos, oídos y piel se estremecerán de lo hermoso, lo estéticamente correcto, lo bello, en definitiva ¡Lindo! Que puede resultar el espectáculo. No es posible vislumbrar ni ápice de contenido, sólo forma y está bien, es válido, usted como espectador se merece tener frente a sus ojos espectáculos que alegren los sentidos y que los estimulen y maravillen de una linda manera.

L. A. R.
Caracas, 16 de Junio de 2008