miércoles, 14 de abril de 2010

Entre pulgas y asesinos en serie

Pese a las precarias condiciones de producción en las que se hace teatro profesional en Venezuela, aunado a la crisis mundial que ha mellado considerablemente las posibilidades de llevar a cabo proyectos escénicos, irónicamente aparecen sendos espectáculos llevados adelante por un cúmulo de jóvenes que creen en el teatro como medio de comunicación entre el artista y el espectador, hablamos del más reciente montaje del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas y el recién nacido grupo Teatropeyo, respectivamente, quienes a través de sus propuestas Paso entre pulgas y Zucco, más allá de los muros, insisten en no dejar desfallecer la escena nacional.



Entre risas y pulgas

Desde 1971, el maestro Horacio Peterson, proveniente de Chile, decidió crear un espacio de formación e investigación actoral al que denominó Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas. Desde su fundación y hasta hoy en día, el recinto de educación actoral se ha dedicado a guiar a los jóvenes inquietos por el arte del teatro en sus primeros pasos como profesionales. Es así como una de sus egresadas Gryselt Parra ha decidido invitar a algunos de los integrantes de distintas cohortes de alumnos y alumnas para cristalizar el espectáculo de calle Paso entre pulgas, con la asesoría de escena de Arnaldo Mendoza han creado un sólido y llamativo montaje en el que retoman los clásicos textos de entremeses de importantes autores españoles como Lope de Rueda, Miguel de Cervantes y Alejandro Casona.

Al mejor estilo del comienzo del Siglo de Oro español, Parra toma cuatro pasos teatrales de la época y los adapta para estructurar una puesta en escena a la usanza de los saltimbanquis y actores trashumantes, que iban de pueblo en pueblo y recreaban sus historias en las plazas de los mismos, o entre los cambios de acto de las grandes obras de teatro de la época. Compuesto por: La gitana ladrona; Cornudo y contento; Los habladores y El mancebo que casó con mujer brava, Paso entre pulgas se revela como un creativo juguete teatral en el que seis actores dan muestra del ímpetu de las nuevas generaciones de histriones del país: Lissette Dávila, Alexander Ramos, Jean Helmuth, Homero Chávez, Leonardo García, Christian Ponte y Daniela Corredor. Dan muestras de intérpretes integrales, cantan, bailan, ejecutan instrumentos y actúan, menuda tarea, más cuando de teatro de calle se trata, en el que los estímulos exteriores son demasiados y la concentración del artista debe estar al doble de un espectáculo de sala.

Paso entre pulgas, resulta un acierto creativo, dinámico y muy divertido, aunque este tipo de textos representan una ardua tarea, en tanto el lenguaje no se nos hace tan coloquial y directo, las situaciones que se plantean deben ser resueltas con una teatralidad única y elementos que apoyan la comedia: máscaras, música en vivo, vestuario, y pequeños elementos de utilería. Todo lo anterior lo logra esta propuesta, amén de un trabajo de puesta en escena limpio que es apoyado por una acuciosa producción. Sólo una revisión del trabajo vocal de algunos actores, permitiría su mayor proyección y entendimiento del fraseo del texto, cosa que es muy sencilla de solucionar, apartando esto Paso entre pulgas, se convierte en una extraordinaria opción que estimula cada vez más a los nuevos herederos de la escena nacional.

Vuelve Zucco

Roberto Zucco es una obra de teatro escrita por el francés Bernard-Marie Koltès (1948-1989), inspirada en hechos reales, que relata la historia de un asesino en serie italiano, Roberto Succo, elevada a una dimensión mística y mezclada con la historia de una muchacha a quien él lleva a la perdición.

De la acertada mano del actor y director William Cuao, nos llega esta nueva lectura del clásico contemporáneo del teatro francés, que da lugar además, al nacimiento del nuevo proyecto teatral Teatropeyo, agrupación liderada por los jóvenes: Patricia Pacheco, Javier Figuera y Pablo Andrade. Quienes vienen de formarse bajo la égida del reconocido director Dimas González y otras agrupaciones. Gracias a la comunión de las ganas de hacer teatro más el empeño de concretar un proyecto novedoso, es que surge Teatropeyo, como colectivo y su montaje Zucco, más allá de los muros, funge como su partida de nacimiento, menuda pieza ésta que implica una cuidada interpretación por lo fuerte de su temática y la violencia explícita que brindan sus escenas.

Un asesino en serie, trata de burlar a la justicia para saciar su sed de muerte, los temas de la violencia, la violación, el ultraje, la injusticia, saltan a la vista en este drama- trágico que William Cuao ha sabido con inteligencia llevar a buen puerto. Representado en un nuevo espacio ganado para las artes escénicas (Motivarte-ubicado en la urbanización El Paraíso) El director nos impacta, nos intimida y nos acerca como voyeurs, del drama de estos personajes asediados por el poder y amenazados constantemente por la muerte. Una sociedad podrida, sumergida en la más insólita corrupción donde los valores humanos caen al suelo y no hay límites para la maldad. Un retrato cruel de una viciada humanidad. Nunca antes mejor escogido un texto para hablar de lo que lamentablemente nos ocurre hoy en día en Caracas, considerada una de las ciudades más violentas del mundo.

Yuruby Soto, José Joaquín Araujo, Pablo Andrade, Javier Figuera, Darwin Barroeta, Catherine Tadger, Geraldim Ascanio y Rafael Carrillo, dan vida a los retorcidos personajes que Koltes inmortalizó en su drama, todos actores en interesantes procesos de experimentación y en su carrera a la profesionalización, actores en formación que realizan su mayor esfuerzo para soportar sobre sus espaldas, los complejos personajes que dan vida a Roberto Zucco. Complicada tarea, enfrentar caracteres de tan alta envergadura dramática y de tan intensa trayectoria cuando aún no superan la veintena. Pero no están solos y eso es un gran acierto de Cuao como director, amén de estructurarles una limpia y cuidada puesta en escena, dinámica, sorpresiva, creativa, y con el rigor necesario para producir un espectáculo de esta índole, les ofrece la posibilidad que den el todo por el todo, y es así como se comienza en las tablas.

Resalta de sobremanera el trabajo actoral de Yuruby Soto en el complejo papel de la Chiquilla , descollando verdad, talento y estamos seguros que dará mucho de qué hablar si continúa en el camino de la actuación. Al igual que el desempeño de Pablo Andrade como Zucco, aunque necesitemos un poco más de profundidad en la mente distorsionada de este asesino. El conjunto en general luce coherente, no obstante, algunos papeles sobrepasan el casting y a ratos se vuelven poco creíbles, pero los intérpretes, logran amalgamar una cuidada propuesta escénica que habla muy bien de los jóvenes que seguirán los derroteros del arte teatral en Caracas. ¡Bravo por ellos!



Caracas, 29 de Noviembre de 2009

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