Desde el pasado
2 de noviembre, comenzó una nueva temporada de la pieza teatral escrita por el
dramaturgo norteamericano Christopher Durang en la sala Plural del Trasnocho
Cultural, bajo la batuta del actor, director y dramaturgo Luigi Sciamanna bajo
la producción de Andrea Miartus quien también es su protagonista, se trata de
una comedia que aborda las relaciones de pareja de todo tipo y cómo éstas buscan
sosiego en la consultas de psiquiatras que aparentemente están más descolocados
que sus propios pacientes.
Ya habíamos
conocido el texto y montaje de esta pieza cuando para inaugurar la Sala Principal de este mismo
recinto artístico, la actriz Marialejandra Martín había realizado una primera
lectura escénica venezolana de esta comedia. Ahora y con una propuesta
minimalista volvemos a vivir los embates de dos personajes (Prudencia y Bruce,
a quien todos llaman Alfredo) que se conocen por avisos clasificados en
búsqueda de parejas como forma práctica de superar sus escollos emocionales en
sus relaciones interpersonales.
Prudencia acude
a su terapeuta el Doctor Stuart Bracamonte (Paul Gámez), quien además se ha
convertido en su antiguo amante y está obsesionado sexualmente con ella. Por su
parte Bruce se hace ver con la Doctora
Charlotte Wallace (Sheila Monterola), extraña mujer que sufre
de falta de memoria reciente y aplica “terapias de besos” para hacer reaccionar
a su paciente, quien atormentado por su bi-sexualidad, acude en su ayuda.
La pieza de
Durang intenta hacer una radiografía de las relaciones contemporáneas en las
que la diversidad sexual y la amplitud de mentalidades de hoy en día al ser
humano el stress de lidiar con más de
una persona como amantes o parejas y tratar de aparentar la normalidad en la
cotidianidad de sus vidas.
Sciamanna en
esta propuesta escénica se preocupa más por el fondo que por la forma,
construye así un espectáculo en el que se concentra en la interpretación de sus
actores, en el decir, más que en la espectacularidad de la escena. El espacio
vacío le permite la multiplicidad de escenarios en donde transcurre el drama y
despoja de todo artificio estético, más que unos elementos necesarios y
vestuario acorde con sus personajes.
Esta forma de
dirigir pone el acento en el actor, pues no existen elementos estéticos ni
externos que hagan ruido al espectador quien se ve obligado a seguir la
anécdota y concentrarse en el desempeño actoral, quienes cumplen cabalmente con
sus roles. Sin embargo hay elementos necesarios y típicos de la comedia en
donde Sciamanna y sus actores ponen el acento para conseguir el feed back del
público. Chistes fácilmente reconocibles de nuestra cotidianidad. Construcción
de personaje sumamente caricaturesco y hasta grotesco, aunado a las situaciones
de equivocación de los mismos.
Más allá de la
terapia, no ofrece nada nuevo acerca de las
relaciones de pareja, es un discurso ciertamente bien estructurado y con
sentido, que lo que busca simplemente es convertirse en un divertimento que
hace pasar un rato agradable al público sin muchas pretensiones artísticas o
estéticas. Es un teatro ligero, sin llegar a ser una comedia comercial
superficial, en la que, no cabe duda el espectador caraqueño se verá inevitablemente
reflejado.
Destacamos el
trabajo de los 4 protagonistas principales, quienes llevan en sus hombros el
hilo dramático de la historia, de sobre manera el desempeño de la siempre
histriónica Sheila Monterola y el ducho Alexander Solórzano, quienes son
secundados por sus respectivas parejas: Paul Gámez y la también productora del
espectáculo Andrea Miartus que lucen cómodos y disfrutando su trabajo. El
elenco lo completan Jean Carlos Rodríguez y Juan Carlos Martínez que cumplen
con lo exigido por la dirección pero sin embargo el desarrollo de sus
personajes no les permite mayor posibilidad de creación.
En síntesis Más allá de la terapia, en esta segunda
vuelta, estamos seguros podrá arrancar risa y reflexión al público caraqueño,
aplaudimos que se logre una sólida comedia con actores que no son cartel
televisivo sino comprobados artistas de las tablas que recomendamos no pasar
por alto.
Caracas,
07/11/2012
@rosasla
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