martes, 17 de abril de 2012

Crónicas de un festival anhelado (II)



El pasado domingo 8 de abril culminó la esperada fiesta teatral de Caracas, que por seis años permaneció durmiendo el sueño de la negligencia oficial por el arte teatral. Sin embargo contra viento y marea se logró llevar a cabo con un éxito innegable y funciones enteramente agotadas y a

grupaciones extranjeras y nacionales que debieron hacer representaciones extras de las planificadas debido a la demanda de público.

Si quisiéramos hacer un balance de la segunda semana y final del FITC 2012, necesariamente debemos afirmar que este fue un festival en donde la palabra fue lo más importante. Donde el texto teatral estuvo por encima de puestas espectaculares o impactantes como en otrora. Los grandes protagonistas, sin lugar a dudas, fueron los dramaturgos, que de distintas latitudes ofrecieron sus pro


Malayerba: Cuando la cárcel sólo es físicapuestas.


Dos hombres privados de libertad se reúnen todos los domingos a recrear historias y así mitigar la realidad. El Quijote y Sancho Panza son la inspiración del Maestro Arístides Vargas, quien vuelve a sorprender con un sencillo pero contundente espectáculo. La razón blindada, se intitula este montaje que visitó el escenario del remozado teatro César Rengifo, del Casco

Colonial de Petare, para fortuna de todos los caraqueños. La dramaturgia de Vargas es bastante conocida en nuestro país, su agrupación Malayerba es un colectivo teatral de referencia obligada en cualquier festival internacional de teatro del mundo, se erigen como el grupo teatral ecuatoriano más importante y nos han visitado desde los a

ños 80 un sinnúmero de veces. En esta ocasión Vargas vuelve a apostar por sus personajes que erigen realidades paralelas para soportar las vidas que les tocó vivir y con su astucia y verbo inteligente construye una historia conmovedora de principio a fin donde lo cotidiano y cruel se vuelve poesía en el verbo de los personajes.

Donde los sentidos se agudizan y calan hondo en el espectador que inevitablemente se engancha con la anécdota y acompaña a estos dos hombres (Gerson Guerra y el mismo Vargas) a levantar mundos imaginarios que les permitan no ver cómo pasa el tiempo en una cárcel. Una cárcel que puede ser cualquiera de nuestras cárceles y no sólo aquellas que privan de libertad a los seres humanos por comete

r alguna fechoría.

El espectáculo minimalista, ofreció la lucidez de una agrupación con veinticuatro años de experiencia con sólidas propuestas actorales que permitieron dar rienda suelta al talen

to de los histriones. Una vez más Arístides Vargas y Malayerba dan muestra del verdadero teatro profesional latinoamericano, sin alardes espectaculares, pero con la contundencia del verbo teatral.

España Inolvidable


Dela península ibérica nos visitaron dos agrupaciones, a saber: Teatro Meridional y Sarruga, respectivamente. La primera es una compañía no sólo teatral sino también cinematográfica que han venido cosechando grandes reconocimientos en su España natal desde 1992, fecha en que se fija su creación. La propuesta de Teatro Meridional, fue el monólogo Calisto, para nosotros una poética de la construcción del personaje y el trabajo del actor, que ningún hombre o mujer de teatro debió dejar de ver. En un texto original de Julio Salvatierra, dirigido por Miguel Seabra, el personaje Calisto (protagonista de La Celestina) dialoga con un actor que lo representará y cuenta la historia de su recorrido como personaje en distintas ocasiones en que ha sido representado a través de la historia, así como los avatares que ha tenido que sortear para poder existir en la carne de un actor.

Lo impactante de este monólogo es cómo su intérprete, Álvaro Lavín (quien lleva ya 14 años representándolo) exprime las posibilidades de su aparato vocal y representa 24 personajes sólo con su voz y pequeños gestos característicos durante 70 minutos. Una verdadera clase de actuación y de sapiencia del oficio del narrador de historias que a fin de cuentas es un actor, sentimos fue uno de los mejores montajes escogidos para este FITC2012.

Foto cortesía de El universal

Por su parte, la agrupación Sarruga liderada por Pakito Gutiérrez, ofreció un despliegue mecánico y técnico con su propuesta de calle Insectos. Máquinas de tamaño gigante que recrearon mundos diminutos en gran formato. Aquí la ingeniería y la mecánica hicieron una feliz comunión con el teatro y la música para divertir a los más pequeños y sorprender a los más grandes. Insectos, más que un espectáculo teatral se concreta en un espectáculo visual donde el mundo se revierte ahora el ser humano es el diminuto y los insectos son los que dominan.

El circo francés

Desde Europa también nos llegó la posibilidad de disfrutar de la compañía Les Philebulistes y la pieza también de calle, Arcane, una puesta en escena de Simon Carrot y la destreza de los artistas: Maxime Bourdon y Sébastien Bruas. Una gigantesca rueda es la protagonista del espectáculo en el que los ejecutantes dan rienda suelta a sus habilidades y destrezas circenses: acrobacia, fuerza, plasticidad y riesgo es lo que exuda este espectáculo que en sólo media hora arrancó bravos del público.

La rueda sirvió para crear la metáfora del hombre y el ciclo de la vida y cómo el ser humano está determinado por los ciclos, la rueda gira indetenible para uno u otro lado quizás marcando un rumbo o determinado un destino.

El drama mexicano de la inmigración

Como teatro documental, es caracterizada esta propuesta escénica del grupo Teatro Línea de Sombra, que suma ya 20 años de vida artística. Bajo la batuta de Jorge Vargas, concretaron el espectáculo intitulado Amarillo, haciendo alusión a la población fronteriza entre México y Estados Unidos, donde los mexicanos arriesgan sus vidas por un futuro mejor, si logran atravesar la línea fronteriza y no desaparecen o mueren en el intento.

Un drama contado en innumerables ocasiones, el cine, la novela, la televisión y el teatro, son medios eficaces para relatar la fatalidad de estos pobladores. Partiendo de relatos reales, la agrupación armó un rompecabezas en donde la interacción con el video es fundamental. Quizás es esto lo que más llama la atención de la puesta de Teatro línea de Sombra, el hecho del manejo técnico acertado que permite apreciar el espectáculo desde distintas perspectivas. Para unos, muy conmovedor, para otros un tema harto conocido, pero recordamos la famosa premisa: “No es lo que se cuenta sino, cómo se cuenta” y sin lugar a dudas esta agrupación de teatro- danza, logró concretar un hermoso trabajo plástico a través de un álgido tema social y político, aunque sin ninguna contundencia actoral.

Chile futurista

Del Cono Sur, nos llegó el espectáculo Diciembre, de la compañía Teatro en Blanco. Tres actores, una mesa, una celebración: la navidad de 2014. En una proyección futurista, Guillermo Calderón (autor y director) se deja tentar por la ficción y narra lo que podría pasar si hay un enfrentamiento bélico por territorio entre Perú, Bolivia y Chile. El tema es la guerra y sus distintas perspectivas. Tres hermanos discuten la ida del varón al frente o su escondite para no arriesgar la vida. Posiciones encontradas, miedos, revelaciones y estragos de conflictos bélicos que hacen reflexionar al espectador acerca de lo inútil de la hostilidad entre los seres humanos. Paula Zúñiga, Mariana Muñoz, y Jorge Becker, son los encargados de interpretar este drama que comienza con una risa pero se transforma en una mueca, para poner sobre las tablas una realidad muchas veces sufrida y pocas veces superada, aunque se logre la paz. Un texto inteligentemente resuelto, y sólidas actuaciones femeninas es lo que ofreció Teatro en Blanco, para demostrar lo vivo y dinámico del teatro chileno actual.

L.A.R.

Caracas, 12 de abril de 2012.

Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

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