viernes, 20 de enero de 2012

Qué nos depara 2012 en las tablas




El año que finalizó dejó una turbia sensación de que el teatro en Caracas ha experimentado un nuevo “boom” durante todo 2011, las agrupaciones y productores estuvieron haciendo malabares para lograr conseguir un espacio y mostrar sus espectáculos. Sin embargo decimos turbia, ya que este boom a nuestro juicio es relativo, explicaremos nuestras razones para argumentar tal afirmación:

En principio, la proliferación cada vez mayor de Comedias Ligeras Comerciales (CO.LI.CO) se atornillaron aun más en las salas más visitadas, con temporadas que muchas veces duraron hasta seis meses, dejando poco espacio para programar a los grupos teatrales emergentes con interesantes propuestas y a los colectivos profesionales que deseaban estrenar sus espectáculos ¿Las razones?

En primer lugar una muy poderosa, los programadores de las salas teatrales deben mantener un nivel de taquilla “aceptable” (argumentan ellos) para subsistir. Aunado al impactante índice de desempleo de los artistas de televisión que se han tenido que volcar a las tablas para poder comer. Estos argumentos son aceptables y no criticables, sin embargo esperamos que 2012 sea el año del equilibrio, nos referimos a posibilitar la muestra tanto de CO.LI.COS como de teatro de arte. Creemos puede existir un balance que resulte comercial para todos y ser los propulsores de los artistas del teatro que gracias a la ola de compañeros del medio televisivo, han quedado sin posibilidades de montarse.

Otra de las razones para pensar que es un espejismo este “boom” es que las agrupaciones profesionales de teatro de arte han dejado de percibir, ya hace un tiempo, las ayudas gubernamentales para sus producciones. Muchas han decidido quemar sus naves y desaparecer, y otras continuar luchando para no fallecer y realizar producciones en pequeños formatos para ser presentadas en las pocas salas alternativas que quedan o vender sus espectáculos para funciones puntuales y así poder sobrevivir.

Sin embargo 2011 nos dejó un buen sabor a “mucho teatro” gracias a la realización del Festival de Teatro de CCS, organizado por FUNDARTE en noviembre, institución que depende de la Alcaldía de Caracas y el Gobierno Metropolitano. Ironías oficiales que es FUNDARTE quien lleva adelante este festival y el Instituto de Artes Escénicas y Musicales IAEM, ente rector del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en materia teatral quedó ausente. Observación que dejamos para la reflexión. Pero sorteando la rapidez en la organización del evento, no podemos hacer la vista gorda y reconocer el esfuerzo del equipo de FUNDARTE por mostrar los trabajos de las agrupaciones profesionales más vistas y las que no habían podido exponer sus trabajos durante el año. Amén de la recuperación del Teatro Principal, Cristo Rey, Municipal y Nacional para el hecho escénico, esperemos que se continúe programando en estas salas y se contribuya a educar al espectador para disfrutar del trabajo de los profesionales del teatro en Caracas.

Este “aparente” renacer también estuvo acompañado de los espacios no convencionales, a donde debió emigrar buena parte de los productores y actores del teatro venezolano: bares, “taguaras”, boites, hoteles, discotecas, lounges, etc. Arroparon propuestas teatrales y no tan teatrales llamadas “Stand up” que distan mucho de llenar los requisitos de una pieza teatral estructurada.

2012 promete, empezando por el anuncio del retorno del Festival Internacional de Teatro de Caracas en su edición número XVII en homenaje al Maestro José Ignacio Cabrujas. Marzo y abril serán los meses donde la ciudad vuelva a vestirse de teatro y celebración y confrontar las propuestas de grupos extranjeros, que evidentemente no será en el formato acostumbrado y con el despliegue de otrora, pero volverá. Teniendo como sede principal el nuevo Teatro Municipal de Chacao, preciosa obra arquitectónica que regala esa alcaldía a sus habitantes y a toda la ciudad.

Aunque el panorama luzca aún incierto 2012 augura ser un año donde este “aparente boom” disipará las neblinas, para poder ver mejor y podrá hablarse de un nuevo tiempo teatral. Esperemos que los programadores de las salas estén conscientes que sí podemos hacer teatro de arte con actores del teatro y la televisión, tuvimos claros ejemplos que hicieron de 2011 un año de esperanza teatral: Diógenes y las camisas voladoras de Javier Vidal, Un informe sobre la banalidad del amor, dirigida por Luigi Sciamanna, A 2,50 la Cuba Libre (dirigida por Luis Fernández) arribando a su segundo año de temporada, Paria del grupo la Bacante, Ciclo en homenaje a Tennessee Williams en su centenario, llevado adelante por Diana Volpe y Orlando Arocha, Viene la reina, de Tumbarrancho Teatro, Petroleros suicidas, Acto Cultural y Excusas bajo la batuta de Héctor Manrique, o las propuestas de Teatro Forte con Amén, REPICO con sus Monstruos en el closet de Gustavo Ott o Texto teatro con la más reciente puesta de su fundador Lírica. Dieron muestra que sí se puede brindar un excelente nivel artístico para continuar educando al espectador, no pedagógicamente hablando, sino ofreciéndole buenas y contundentes propuestas que lo enamoren de nuestro teatro.

A fin de cuentas el público es quien tiene la última palabra…

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