miércoles, 30 de junio de 2010

Sexo y burguesía una mezcla ideal para las tablas venezolanas.



Sexo…

Escrita por el alemán René Pollesch, esta pieza intenta hacer una reflexión desestructurada acerca de la comercialidad de las relaciones sexuales ¿Cuándo compras sexo, compras sentimientos? ¿Si podemos comprar sexo, entonces podemos adquirir sentimientos de la misma manera?

Dos interrogantes tremendamente existencialistas que se plantean los protagonistas de esta controversial pieza dramática que no intenta hacer una apología, ni contar una historia de principio a fin con conflictos dramáticos reconocibles, ni personajes que hilen una historia concreta, más bien son “momentos” de reflexión, que muchas veces se quedan simplemente dando vueltas en la cabeza, con la intención que el espectador se cuestione o no, acerca de su relación con una de las debilidades y necesidades más básicas del ser humano: el sexo.

Río Teatro Caribe, celebrando sus primeros 15 años, es el responsable de estrenar por primera vez en Venezuela al controvertido y reconocido dramaturgo alemán, hoy por hoy el más discutido en su país.

René Pollesch nació en 1962 en Friedberg/Hessen. Entre 1983 y 1989 estudió Ciencias del Teatro Aplicadas en Giessen. Ha realizado proyectos con los docentes invitados Heiner Müller, George Tabori, John Jesurun, entre otros. En 1996 recibió una beca de trabajo en el Royal Court Theatre de Londres, donde estudió en varios seminarios con maestros de la talla de Harold Pinter, Caryl Churchill y otros. En la temporada 1999/2000 fue autor residente del Luzerner Theater. En otoño de 2000, fue autor residente del Deutsches Schauspielhaus. Desde la temporada 2001/2002 programa el Prater en la Volksbühne am Rosa Luxemburg Platz en Berlín.

Ha recibido varios premios y galardones entre los que se cuentan: Beca de la Academia Schloss Solitude en Stuttgart 1997; Premio de Dramaturgia de Mülheim 2001; Mejor Dramaturgo Alemán, según la encuesta de críticos teatrales de la revista Theater Heute en 2002, Premio del Público y Premio de Dramaturgia de Mülheim 2006 por su reciente obra Capuccetto Rosso.

Talía Falconi, Ana María Vallejo y el propio Francisco Denis, son los intérpretes encargados de llevar a cabo esta lectura audiovisual plagada de elementos técnicos, en tanto Denis, desde la dirección, decidió mezclar el arte teatral con el multimedia y el video en vivo (lenguaje acostumbrado ya por la agrupación en otros montajes): Cámaras, micrófonos, imágenes proyectadas bajo la técnica del Cromakey, en la que una pantalla unicolor de fondo verde, permite proyectar cualquier paisaje en donde el director desee ubicar a los personajes. La tecnología del video se adueña del espacio y los actores recitan sus partes, trabajo este titánico para mantener la atención del público y no ser opacados por el juego técnico.

Los intérpretes desatan su talento en la memorización y el decir de estos textos complejos, casi filosóficos que hurgan en la complejidad del pensamiento humano y sus reacciones a las pulsiones más elementales, en este caso el sexo y qué consecuencias trae éste a la hora de convertirse en transacción. Sin embargo no observamos elocuentes construcciones complejas de caracteres en los personajes y estamos seguros que el texto como está planteado no lo requiere, más bien se apuntó a la naturalidad de las actuaciones sin mucho artificio, del grupo resalta la actriz de origen colombiana Ana María Vallejo, quien resulta la más clara en cuanto a interpretación de texto y quien despliega su talento en un estupendo monólogo acerca de los terrores del capitalismo y su dominio, los demás actores cumplen su cometido sin problema demostrando los años de experiencia y experimentación en este tipo de teatro de vanguardia, que quizás sorprenda a los más jóvenes, pero que sin duda son propuestas que desde hace ya mucho tiempo hemos visto en innumerables Festivales Internacionales.

Bien por los primeros quince años de Río Teatro Caribe, quizás uno de los grupos de mayor avanzada en cuanto a planteo escénico en Caracas, con este montaje Sexo, dan muestra de su madurez y de un lenguaje fácilmente identificable cuando se asiste a una puesta en escena de estos bailarines- actores que han sabido conjugar hábilmente los recursos técnicos que ofrecen hoy en día otras artes afines al teatro.

Cuando Ciertas condiciones aplican

Javier Vidal es el artífice de esta pieza que se estrenó el pasado mes en la Sala del Teatro Trasnocho y que aún se mantiene en cartelera, rompiendo records de taquilla. Se trata de una oscura comedia que como su mismo autor afirma:

“es un bíptico sobre la parca y la violencia que se completa con la pieza que escribiera hace 10 años: C.I.N.K.O., pero en esta oportunidad en el género de comedia trigueña. Unos nietos se reúnen en el salón VIP de una funeraria donde van a velar a la abuela multimillonaria que a la edad de 99 años fue brutalmente asesinada por un marginal, mientras ella viajaba por la ciudad con su BMW” admite Javier Vidal en entrevista realizada a la prensa venezolana- .

Luego del duro golpe recibido por el Grupo Theja, el pasado mes de septiembre, cuando tuvieron que entregar su espacio que los albergó por más de 15 años, Javier Vidal, miembro principal de este grupo, irrumpe de nuevo en la escena caraqueña demostrando que no hay momento para sentarse a lamentarse por las vicisitudes de las decisiones políticas, sino por el contrario, la mejor respuesta es el trabajo y la creación, y creemos es la salida más inteligente, así, nos entrega su más reciente pieza, pero esta vez dirigida por el hombre de teatro Moisés Guevara, Director Artístico del Teatro Trasnocho y que en una puesta realista logra colocar a estos cinco personajes que reflejan una desmedida y horadada burguesía caraqueña del siglo XXI y producida por MJM Producciones.

A partir de la anécdota descrita, Los nietos de esta multimillonaria nonagenaria, harán lo posible por conseguir el plato fuerte de la repartición, como siempre ocurre en cualquier familia que debe pensar en repartir sus bienes.

Los intérpretes: Gerardo Soto, Antonio Delli, Hilda Abrahamz, Julie Restifo y José Miguel Dao, conforman un grupo homogéneo de veteranos en las tablas que hacen divertir al público. Destacan de sobremanera los planteamientos actorales de Antonio Delli, Hilda Abrahamz y José Miguel Dao, ya que sus personajes dibujados por Vidal, enganchan inmediatamente al espectador. Por otro lado el correcto desempeño de Soto, permite la fluidez de la comedia. Sí notamos cierta rigidez en el desempeño del difícil carácter que asumió la destacada Julie Restifo, que con su reconocida trayectoria no la sentimos cómoda el día del estreno en el difícil personaje de la hermana “rockera”, pero estamos seguros que con el correr de la temporada encontrará la forma de fluir de manera más convincente con el personaje de Nacha, quizás como fue enfocado el personaje desde la dirección, no le permitió ir un poco más allá.

Por su parte la correcta y cuidad dirección de arte, así como la producción permiten apreciar un montaje de altura con buen gusto y estética plausible a lo que nos tiene acostumbrados el esteta Fernando Calzadilla.

En resumen una hilarante propuesta que de seguro seguirá cosechando éxitos, donde una vez más Javier Vidal demuestra la sapiencia del oficio y el manejo exacto de la técnica dramática a la hora de escribir. Ciertas condiciones aplican, se muestra como un espectáculo redondo, una ironía social que intenta diseccionar a esta parte de la sociedad caraqueña para que el humor negro nos permita reírnos y reflexionar sobre ella…

L. A. R
Caracas, 4 de mayo de 2010.
Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

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