jueves, 2 de febrero de 2012

Carlota Sosa vuela Alto


La dupla Mimí Lazo y Luis Fernández, vuelven a hacer de las suyas, esta vez la historia comienza en una visita a la Gran Manzana en la que fueron espectadores de la obra High, protagonizada por Kathleen Turner y escrita por Matthew Lombardo, como cuenta Mimí, en Broadway. Acto seguido, negociar los derechos y permitir a los venezolanos disfrutar de este espectáculo que corroe el sentimiento y pone el alma en un hilo.

Ya lo habíamos anunciado hace algunos años, la fórmula para poder recuperar el brillo teatral de otrora tenía que concentrarse en un gran texto, una excelsa dirección, acompañada de un elenco de veteranas figuras que posean el privilegio de la proyección en la pantalla chica. Así venceríamos el estigma del mal llamado teatro comercial.

Es así como Mimí Lazo y Luis Fernández han entendido el mensaje y se han abocado inteligentemente a producir divertimento teatral a los caraqueños, desde la calidad del producto que ofrecen, con la clara visión de empresarios y entendiendo el arte teatral de forma “comercial” como debe ser ¿O es que todo el esfuerzo, tiempo y dinero que debe invertirse para llevar adelante un montaje teatral no debe ser retribuido y además que produzca ganancias? Creo que la respuesta es obvia.

Así se plantearon una lectura escénica de la pieza High [Alto] que abre la temporada 2012 en el Teatro Trasnocho. La anécdota cuenta la acción de Helena (una monja ex alcohólica) y Miguel (Un sacerdote, cargado de culpas) que mantienen una especie de centro de rehabilitación para drogadictos a donde Miguel lleva a su sobrino, Andy, quien a sus escasos 19 años es un prostituto homosexual que vende su cuerpo para conseguir drogas y mitigar su adicción producto de una violación y una infancia atroz.

La pieza en este montaje dirigido por el mismo Fernández está centrada en el personaje de Helena y cómo esta particular “monja malandra” intenta rehabilitar a este joven perdido en la vorágine de un mundo oscuro y sórdido. La insistencia de Miguel para salvarlo hace que Helena se enfrente a su infeliz pasado y a sus monstruos internos fracasando en su propósito.

Luis Fernández logró sintetizar una dinámica y limpia puesta en escena, en donde las imágenes compuestas casi fotográficamente logran impactar al espectador, quien sale conmovido por lo crudo de la historia. Su dirección, estuvo preocupada por el acento en la interpretación actoral, logrando que el debutante en el teatro profesional, Christian Mcgaffney, lograra construir un carácter impulsivo sin quedarse en el exterior del personaje, riesgo que se corre con este tipo de papeles. Por su parte, Fernández deja que Carlota Sosa luzca su bien ganado título de primera actriz. Sus matices y transiciones nos permiten afirmar que se encuentra, con este personaje en una cúspide interesante de su carrera. Comedida y justa luce la construcción del personaje de Miguel, el cura atormentado por la culpa de no haber podido salvar a su hermana en el pasado quien llevaba una vida de excesos y que heredó en su hijo, por lo que Miguel se propone a intentarlo de nuevo con su sobrino (Nos gustaría ver el desempeño de Rafael Romero, quien comparte el rol junto a Luis Fernández).

El hecho de que High [Alto] esté en nuestra marquesina, posibilita el acercamiento del público caraqueño acostumbrado a reír a mandíbula batiente en comedias fatuas y evasivas, a sentarse frente a un producto de alta factura artística, que además de entretener, le permite pensar, verbo al que se desacostumbró hace más de una década. Definitivamente por donde miremos esta nueva producción de Mimí Lazo, nos satisface y nos da esperanzas que con ojo clínico y la sapiencia del oficio al escoger el texto, el casting y una acertada conducción escénica, podemos lograr sin hermetismos filosóficos un teatro de arte comercial. Para permitir que el espectador venezolano vuelva a reencontrarse con el verdadero teatro venezolano y sus artistas.


Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

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