viernes, 18 de noviembre de 2011

El Arca de Noelia zarpó desde la Sala Rajatabla


La Barraca, con una trayectoria incansable por el desarrollo del teatro venezolano es una de las pocas agrupaciones que lucha desde su espacio en la ciudad de Puerto Ordaz en el Estado Bolívar, con más de treinta años de labor, se han convertido en una referencia importantísima cuando hablar de teatro regional en Venezuela se refiere, y eso gracias al tesón de su director y fundador Juan Pagés, quien no ha desmayado en su afán por formar y llevar al público guayanés lo mejor de la dramaturgia universal.

Esta vez nos traen a la capital una sencilla puesta en escena del texto dramático del escritor mexicano Humberto Robles que cuenta la historia de una pequeña familia pueblerina enfrentada a la homofobia y a la terrible realidad que uno de sus miembros contrae el virus del HIV.

El título: El arca de Noelia, alude simbólicamente y de una manera inteligente, a la historia bíblica del castigo que Dios manda a los habitantes de la tierra por sus pecados “lloverá por 40 días y 40 noches” este pasaje le funciona perfectamente al dramaturgo para a través de él hablarnos del pecado y de cómo seremos “castigados” por las desviaciones que podemos cometer. Así como en aquel tiempo el diluvio ocurrió para “renovar” a los seres vivos que debieron resguardarse en el arca de Noé, ahora en la actualidad tendrán que protegerse en el Arca de Noelia aquellos que incurran en las desviaciones de las que habla la pieza.

Crítica a nuestra sociedad contemporánea, llamado de atención en cuanto a la homofobia y el rechazo a las minorías que piensan y accionan distinto, al igual que a los que indiscriminadamente dañan nuestro planeta (el autor alude el diluvio que vendrá al calentamiento global que sufrimos actualmente).

Con esta pieza Juan Pagés (su director) confirma que La Barraca es un grupo teatral que no deja de estar en sintonía con los temas de interés de nuestra realidad, apoyado en su planta de actores, logra entregar un espectáculo limpio, correcto en movimientos y puesta en escena; las veteranas Sonia Prieto (Noelia) y Lourdes Rojas (Genoveva) dan muestra de su oficio de actrices y fascinan al espectador con su performance, siendo las dos miradas contrapuestas del problema que se les avecina, la primera, la madre homofóbica, la segunda, la abuela comprensiva, que ama sin prejuicios a su nieto. Por su parte la planta actoral masculina (más jóvenes y por lo tanto menos expertos sobre las tablas) cumple cabalmente con su objetivo de encarnar la contraparte que detona el conflicto de la obra. Luis Gabriel Ramírez (Alejandro) el hijo de Genoveva y quien sufre la debacle de la enfermedad y Alejandro Bertho (Esteban) en el inquilino que llega a poner la nota reconciliatoria en la casa y ser el personaje que salva de alguna manera a Alejandro ofreciéndole comprensión amor.

En síntesis es un placer admirar el trabajo sin descanso que colectivos de las regiones de nuestro país realizan en materia teatral, con El arca de Noelia, esta agrupación guayanesa, demuestra que existe la posibilidad de realizar teatro profesional, de altura y de contenido profundo en temáticas que cautiven al espectador. Nuestro aplauso para ellos.

Luis Alberto Rosas

Caracas, 18/11/2011

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