viernes, 21 de octubre de 2011

Son 16 sin José Ignacio


Hoy 21 de octubre, vuelve a la mente de todos los intelectuales venezolanos la ausencia infinita de una de nuestras voces más lúcidas, hoy conmemoramos dieciséis años de la desaparición de nuestro José Ignacio Cabrujas. Víctima de un infarto, Cabrujas dejó de existir en la Isla de Margarita dejándonos, como acostumbraba, atónitos a todos los que desgraciadamente vivimos la experiencia de recibir la noticia por televisión o por una llamada telefónica. Justo en el momento que corría la temporada de su pieza teatral Sonny, diferencias sobre Otelo el moro de Venecia en el recinto de su Teatro Paraíso, que se convertiría en su epílogo de vida. Finalizaba 1995 y el golpe de la noticia paralizó la vida cultural del país, nos dejó como contemplando un paisaje atónitos en Fiésole.

José Ignacio, como todos los genios, se fue muy pronto, nos legó un cúmulo de extraordinarias reflexiones sobre nuestra idiosincrasia, sobre cómo somos, de dónde venimos e irónicamente vislumbraba hacia dónde iríamos. A través de sus piezas teatrales, ensayos, artículos y telenovelas, ha sido el autor que mejor ha radiografiado el Ser venezolano. Su obra dramática es hoy por hoy una de las más importantes de la América Latina y sus ensayos son objeto de varias ediciones constantes. Y es que no puede ser menos, pues Cabrujas supo poner el ojo en el punto preciso de nuestra conciencia y sintió, sufrió y vivió a este país desde lo más Profundo de su querencia.

Su vida siempre giró en torno a la cultura, desde ese primigenio encuentro con Los miserables, de Víctor Hugo en la platabanda de su casa en Catia en su alocada adolescencia o desde la oscuridad de la Sala de Cine de la plaza escondido, viendo los dramas mexicanos de la época, su vocación se entregó al Acto Cultural y su motor de vida fue la historia y la revelación de ésta a través de su teatro, nos hablaba de nuestro pasado para advertirnos de nuestro presente, se sintió guerrero e Insurgente como Juan Francisco de León y aventurero como Simón el malo en su extraño viaje, pero no descansó nunca de señalarnos con férrea insistencia que el camino escogido no era el adecuado. Su extraordinaria lucidez lo llevó a formar parte de ese Triángulo maravilloso llamado La Santísima Trinidad del Teatro Venezolano, junto a sus más fieles compañeros de escena y vida: Isaac Chocrón y Román Chalbaud, creando ese proyecto inolvidable que fue El Nuevo Grupo, donde hizo realidad sus más fervientes deseos de decirle al país su verdad. Como un tango de Gardel, como El día que me quieras, siempre esperaba el despertar de la nación y era la “piedrita” que molestaba en los zapatos de la dirigencia política a quienes no desamparaba en su labor de recordarles cada día los errores que cometían en Los días de poder, para no permitir el sacrificio del país y que nuestra nación fuese una Venezuela barata.

Los Testimonios, de la gente que lo rodeó, que trabajó con él o que simplemente gozaban de la cercanía de la amistad, siempre tienen una palabra positiva de su genio, de su verbo, de su humor negro que nos hacía beber como una Sopa de piedras y de su gusto culinario, amén de su gran amor: la ópera, género que estudió, dirigió y cultivó como erudito.

También nos deleitó como si estuviéramos en Una noche oriental con sus interpretaciones actorales, los que lo disfrutaron como actor-comentan- que su transformación en el escenario era increíble, lo que le valió el reconocimiento inmediato del público. Multifacético, integral, magnífico como un Artista de barba y pumpá desde el escenario, la pantalla chica o la grande y desde las letras de los diarios más importantes del país, José Ignacio Cabrujas defendió su pensamiento a capa y espada como un púgil sobre el cuadrilátero, como Sonny León, luchó por una mejor Venezuela, esa que deseaba y anhelaba en cada personaje que escribía. Hoy que nos parece mentira su partida hace ya dieciséis años, seguimos creyendo que José Ignacio Cabrujas es Un Americano Ilustrado.

L. A. R.

Caracas, 21/10/2011

Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

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