miércoles, 21 de mayo de 2008

¡El Amor está en Venezia!



Desde el 14 de marzo la marquesina teatral caraqueña exhibe una de las piezas más reconocidas del dramaturgo argentino Jorge Accame, versionada y dirigida por Anibal Grunn, bajo la producción ejecutiva de César Sierra e interpretada por: las primeras actrices Elisa Estela y Virginia Urdaneta, acompañadas de: Adriana Romero, la “Beba” Rojas, Malena González, Anthony Lo Russo y Marco Alcalá, en la Sala Eduardo Mancera del Teatro Escena 8.
Venezia es un juego onírico, donde tres prostitutas ayudan a su matrona a cumplir el sueño de re-encontrarse con su antiguo amor de juventud. La Clemencia, es el nombre del caserío, ubicado por Grunn en los llanos venezolanos, donde se desata la trama de esta poética pieza en la que se plantean temas como: la amistad, el amor, la traición y la solidaridad entre los seres humanos. Ficción y realidad, se mezclan de una extraordinaria manera, permitiendo que el espectador transite por una gama de sentimientos: la risa, la nostalgia, la esperanza, la decepción, se conjugan para ofrecernos hora y media de buen teatro, hecho por profesionales de gran nivel y donde queda demostrado que un buen texto, con una correcta dirección, junto a unas conmovedoras y veraces interpretaciones, no pueden arrojar otro resultado que un arte teatral auténtico y al que el público reacciona de manera inmediata, sin necesidad de echar mano a lugares comunes, lenguaje vulgar o buscar la risa fácil.
El veterano Aníbal Grunn se concentra en la dirección de actores y se apoya en los pilares fundamentales de su elenco: Elisa Estela y Virginia Urdaneta, la primera entrega una caracterización de “La Tana”, matrona venida a menos de un burdel que ha quedado en el olvido, ciega y demente, quien genera la acción dramática, con el sueño de reencontrarse con Giaccomo en Venezia, su antiguo amor a quien traicionó, pero ella asegura haber sido perdonada. No cabe otro calificativo para el desempeño de esta veterana actriz que de magistral, pocas veces en la escena venezolana actual tenemos la posibilidad de disfrutar de una maestra de la actuación como lo es Elisa Estela. Secundada por Urdaneta en el papel de Mary, con una arrolladora personalidad y desenfado, presenciamos la creación de un carácter lleno de matices sorprendentes, que demuestran una vez más el bien llevado título de primera actriz.
Pero el hallazgo de esta pieza creemos, es el descubrimiento como actriz dramática de la “beba” Rojas, quien se convierte en una revelación con su personaje de Rita. Su desempeño habla de una actriz que hasta los momentos se había concentrado en la comedia de televisión y explotado su buen formado físico, pero se había olvidado de sacarle provecho al talento, estamos seguros que Grunn con su agudeza de director, supo entender ese talento y demostrar que no sólo se necesita físico ni estética para actuar en este país, como creemos piensan algunos, sólo hay que encender los canales locales de televisión o asomarse por la cartelera comercial para corroborar lo anterior. Lo cierto del caso es que, con esta oportunidad Rojas sube un gran peldaño en su carrera que apostamos, si continúa con su formación, y desdibuja sus antiguos roles para encarar retos mayores como éste, podrá dar de qué hablar en los próximos años.
Por su parte Adriana Romero vuelve a dar muestras de crecimiento sobre las tablas, esta joven actriz que no se ha detenido en su propósito artístico, con su personaje Chela, imprime inocencia, candor e ingenuidad que llega al espectador de una forma sencilla pero trascendente, dando muestra de su evolución actoral sostenida. No tuvimos la oportunidad de sopesar el trabajo de Malena González, en tanto comparte el papel con Romero, pero estamos seguros sacará adelante este carácter de manera eficaz como lo ha demostrado en muchas ocasiones sobre la escena.
Igual caso es el del elenco masculino, esta vez pudimos disfrutar de la interpretación de Marco Alcalá, quien comparte el rol de Cheo con Anthony Lo Russo. Alcalá, logra mostrar su versatilidad como actor y nos plantea un personaje que puede llegar a enternecer al espectador en cuanto a su solidaridad y arrojo para con sus compañeras de “aventuras” ya que, gracias a Cheo, es que estas prostitutas logran concretar el sueño de llevar a la Tana a Venezia, en un divertido y ocurrente viaje simulado.
En resumen, Grunn sigue sumando éxitos a su larga lista de logros por el teatro venezolano, de la mano de César Sierra quien conduce una limpia y cuidada producción, supieron conjugar los elementos necesarios para demostrar que el teatro venezolano, sí tiene la posibilidad de crear espectáculos donde se demuestre la calidad de unos actores en franca y sincera comunión con un texto, una dirección y con su público, que en definitiva es el eslabón más importantes y que en este caso no hay otra manera que ¡Aplaudirlos de pie! Como ocurre noche a noche.


Caracas, 05 de mayo de 2008

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